Biblia Viva

...la Biblia de Jerusalén

II Samuel 19, 8-11

8 Ahora, pues, levántate, sal y habla al corazón de tus servidores,
porque por Yahveh te juro que, si no sales, no quedará contigo esta noche ni
un hombre, y esto sería para ti mayor calamidad que cuantas vinieron sobre
ti desde tu juventud hasta hoy.»

9 Se levantó el rey y vino a sentarse a la puerta. Se avisó a
todo el
ejército: «El rey está sentado a la puerta», y todo el ejército se presentó ante
el rey. Israel había huido cada uno a su tienda.

10 Y todo el pueblo discutía en todas las tribus de Israel diciendo: «El
rey nos libró de nuestros enemigos y nos salvó de manos de los filisteos y
ahora ha tenido que huir del país, lejos de Absalón.

11 Pero Absalón, a quien ungimos por rey nuestro, ha muerto en la
batalla. Así pues, ¿por qué estáis sin hacer nada para traer al rey?»